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Turismo de base comunitaria en San Javier
Antes todo era distinto. …Uno veía y había puro monte, o había tantas casas, era una estancia grande y criaban vacas. No estaban los caminos hechos y tampoco estaba la escuela; las pocas familias que habían trabajaban en el cuidado de los animales y en la curtiembre porque antes se trabajaba con el cuero. De a poco fueron llegando mas familias y empezaron a trabajar la tierra, cada uno se hacia su huertita y sembrábamos de todo un poco, teníamos caballos y con eso bajábamos a la ciudad. Se empezó a vender zanahorias, arvejas , zapallo, lechuga y como se vendía bien en el mercado de abasto. Nos organizábamos, bajábamos las verduras en mulas y caballos por las sendas y abajo nos esperaba una jardinera, un carro tirado por caballos. Después vino un cambio grande para todos, se hizo el camino que era de tierra. Ahí trabajamos un montón que éramos de arriba y otros desde abajo, no era con máquinas, puro pala y pico y poner el hombro fue un trabajo duro ...
Dicen que cuando estaban llegando al medio y tenían que encontrarse los caminos que venían de arriba y de abajo , se cruzaron y no sabían como hacerlos coincidir y trajeron a un experto y de eso salió el rulo (el camino da una vuelta sobre si pasando por arriba en forma de espiral.)
En 1936... se hizo el decreto de que la estancia pasaba a ser del Estado y se crearía la villa veraniega de San Javier. Se hizo un loteo y se vendieron las tierras pero se olvidaron de nosotros… Y cambio todo: se pavimento el camino, empezaron a subir camionetas y uno de los vecinos puso un ómnibus que subía y bajaba del cerro; se construyo la hostería y trabajo mucha gente, algunos que venían de abajo ya se quedaron y consiguieron familia. Se hizo la primera escuela que era chiquita, un solo cuarto y quedaba lejos… los chicos íbamos a caballo y había una sola maestra. Después hicieron la otra mas grande y con mas maestros…